GoPro deja de producir el Karma y con ello comienza a alejarse definitivamente del mercado de los drones.
A pesar de ser una firma reconocida mundialmente, su fama no ha sido transformada en crecimiento económico para la empresa durante el ultimo tiempo. En parte por la enorme competitividad actual de los segmentos en los que se mueve, y en parte por errores en las decisiones a la hora de introducirse en nuevos mercados. Además de la carencia de innovación en sus productos.
Si bien GoPro ha tenido un leve repunte en las ventas con la nueva GoPro Hero 6 Black, las cosas no han estado nada de fácil para la marca de la cámara de acción más reconocida. Porque podríamos decir que su drone, el Karma, resultó ser un completo fracaso para la compañía.
Un fracaso por donde se mire
El GoPro Karma llegó al mercado con un absoluto retraso (al menos 2 años de tecnología), y cuando la competencia ya se había establecido completamente en esta línea de productos. Por si fuera poco tuvo problemas con sus baterías y acabó llevando a cabo un costoso “recall” de sus drones GoPro Karma. A pesar de haberse situado como el 2º dron más vendido de USA en su franja de precio (según GoPro), el proyecto nunca ha llegado a ser viable económicamente. Ahora, las estrictas regulaciones para este tipo de aparatos que parece que van a surgir tanto en USA como en Europa, han sido el golpe final para el proyecto Karma. En definitiva, no habrá más drones de parte de GoPro.
Ello supondrá reducir la plantilla de trabajadores de los 1.254 actuales a menos de 1.000. Como medida simbólica del periodo de austeridad que se avecina en la empresa, su CEO, Nicholas Woodman, pasará a recibir un salario simbólico de 1 dólar.